Yerba mate, un lujo: productores van al paro por recibir apenas $180 por kilo

La yerba mate, ícono de la cultura argentina, atraviesa una crisis sin precedentes. Mientras los consumidores enfrentan precios que en algunos casos alcanzan los $5,000 por paquete, los productores de las provincias de Misiones y Corrientes han decidido ir al paro en protesta por las condiciones económicas adversas que enfrentan, recibiendo tan solo $180 por kilo de hoja verde, un monto que consideran insuficiente para cubrir sus costos básicos.

La yerba mate, un lujo en Argentina

El conflicto se enmarca en un contexto de alta inflación, donde los costos de producción, insumos y transporte han aumentado drásticamente. Los pequeños agricultores, quienes son la base de la cadena productiva de la yerba mate, señalan que el bajo precio que se les paga por su trabajo los ha llevado a una situación insostenible. "No podemos seguir produciendo a pérdida mientras en las góndolas se vende nuestro esfuerzo a precios exorbitantes", expresó un productor en una asamblea reciente.

La medida de fuerza incluye la paralización de la cosecha y el cese de entrega de materia prima a los molinos, como forma de presionar tanto al sector industrial como al gobierno para que intervengan y establezcan precios más justos. Además, los productores exigen un aumento urgente del precio oficial de la hoja verde y mayores controles en la cadena de distribución, donde, según ellos, se concentran las mayores ganancias.

Por su parte, desde el sector industrial y comercial argumentan que el aumento en el precio al consumidor responde a la inflación general y a los altos costos logísticos. Sin embargo, esto no ha calmado los ánimos de los productores ni de los consumidores, quienes ven cómo un producto básico de la dieta argentina se convierte en un lujo inalcanzable.

La huelga de los yerbateros amenaza con profundizar aún más la crisis, ya que podría generar desabastecimiento en un mercado ya golpeado por los altos precios. Mientras tanto, el Gobierno Nacional enfrenta presión para intervenir y mediar entre las partes para evitar que la situación siga escalando.

En un país donde el mate es mucho más que una bebida, el conflicto trasciende lo económico y pone en evidencia las desigualdades estructurales que afectan a uno de los sectores más simbólicos de Argentina.