por Diego Valente
Ayer en la entrevista en C5N, Cristina rompió el rating y dejó en claro que no será candidata a pesar de los ruegos del público que le gritaba fuera del estudio. «Creo que hay compresión de texto en la gente» dijo y sin embargo sus seguidores siguieron pidiendo que sea presidenta. «Es ella o nadie» gritaban como si no le dejaran opción. A la vez la vice habló de su situación judicial: «Estoy en libertad condicional técnicamente y no es una frase que quede bien, es la realidad». Cristina atrapada en su laberinto entre lo que quiere, lo que le piden y lo que puede pasarle judicialmente.
Ayer Cristina rompió el rating en la tele, en su primera presentación televisiva del año. La vice respondió las preguntas de Dugan que oscliaron entre la admiración e indagaciones sobre los sentimientos de Cristina, que llegó a emocionarse, respecto al intento de magnicidio y la salud de su hija.
Pero, la verdadera presión para la vice no estaba en las preguntas del entrevistador sino afuera entre cientos de seguidores que le rogaban y le exigian que sea presidenta a pesar de que ella dejó en claro, una vez más que «Creo que hay compresión de texto en la gente. Hay amor, cariño y fe compartido. Pero la comprensión de texto es un atributo de la mayoría. Me parece que está muy claro lo que dije el otro día, que no es más que lo que había dicho el 6 de diciembre. La palabra de alguien que fue dos veces presidente tiene que valer»
A pesar de la fe de Cristina en la Comprensión de texto de sus seguidores parece estar en una simbólica libertad condicional por sus fanaticos que le piden y le obligan a hacer lo que ella claramente esta diciendo que no quiere hacer: volver a ser candidata.
Por otro lado, esta su situación judicial donde verdaderamente como ella dijo «Técnicamente estoy en libertad condicional»
Así, Cristina aparece encerrada en su propio laberinto entre sus deseos, los deseos de sus fanáticos que quieren verla como presidenta y de quienes la odian y quieren verla presa a cualquier costo.