Escándalo: el diputado Agost Carreño denunció reuniones "secretas" para aprobar la Ley Ómnibus de manera irregular

El diputado de Hacemos Coalición Federal Oscar Agost Carreño dio a conocer en las últimas horas la existencia de reuniones "secretas" por fuera del Congreso entre bloques aliados al Gobierno y uno de los principales impulsores del expediente, Federico Sturzenegger, con el fin de lograr (de formar irregular) la sanción del proyecto considerado "central" por el oficialismo.

Según lo confirmado por el propio diputado en declaraciones radiales, un departamento ubicado frente al bar "La Biela" habría sido el elegido para el encuentro entre legisladores y funcionarios del Gobierno, entre los cuales se destacaba la presencia del expresidente del Banco Central durante el mandato de Mauricio Macri.

De acuerdo a lo manifestado por Carreño, la convocatoria al encuentro, había sido realizada de manera oficial con el objetivo de arribar a un acuerdo sobre el día en el que iba a ser tratado el expediente, sin embargo, al arribar al lugar, el legislador denunció que varios de los presentes realizaban un "punteo" del proyecto de cara a su próxima votación, por lo que, decidió retirarse de la reunión.

Foto: Federico Sturznegger

El legislador por Hacemos Coalición Federal, no sólo confirmó la irregular práctica llevada a cabo por el Gobierno para lograr la sanción de la Ley Ómnibus, sino que además evidenció las intenciones, en este caso de Sturzenegger de imprimir modificaciones al dictamen que horas atrás había sido aprobado en la Cámara Baja.

"Nuestro bloque o lo que nosotros hemos decidido es que una cosa es sentarnos con las autoridades de la Cámara para ver cómo se sigue metodológicamente, que es algo normal, y otra cosa es sentarnos a hacer 'punteos'. Nuestras disidencias están puestas por escrito, están firmadas y son aquellas cosas que nosotros, en nombre de los gobernadores y de los otros diputados es lo que queremos discutir y entrar al recinto", manifestó Carreño.

El "poroteo" de votos entra en su etapa decisiva y al Gobierno le espera un camino difícil. A la escasa tropa propia con la que cuenta, un posible abandono de legisladores de bloques considerados "aliados" representaría un cachetazo político que haría naufragar la sanción de la controvertida "Ley Ómnibus".

Ante la posibilidad de que el expediente sea rechazado por la Cámara Baja, el gobierno ha decidido reducir ese margen de posibilidad e intensificar las negociaciones por fuera del recinto para lograr la sanción del proyecto, negociaciones que, reconocido por algunos legisladores, trae a la memoria el fantasma de la "Ley Banelco".