28/01/2025
La seccional Santa Fe de la multinacional automotriz General Motors (GM), registró una pérdida del 50% en su producción de automóviles durante el último año. Por lo tanto inicia una ola de desvinculaciones masivasen los próximos días.
General Motors (GM), una de las principales empresas automotrices de la región, ha confirmado que su planta en Santa Fe registró una pérdida del 50% en su producción de automóviles durante el último período. La compañía atribuye esta caída a problemas de suministro globales, una baja en la demanda de ciertos modelos y la reestructuración interna que viene realizando desde el año pasado.
Ante esta situación, GM ha decidido implementar un plan de retiros voluntarios que afectará a unas 300 personas. Según un comunicado emitido por la empresa, este plan forma parte de un proceso de ajuste que tiene como objetivo "adaptarse a los desafíos del mercado y garantizar la sostenibilidad de las operaciones en el mediano plazo".
El plan de desvinculación está previsto para cerrarse a finales de enero y ofrecerá beneficios adicionales a los empleados que opten por retirarse de manera voluntaria. Fuentes cercanas a la compañía aseguran que se están llevando a cabo negociaciones con los sindicatos locales para garantizar que el proceso se realice de manera justa y transparente.
Mientras tanto, la planta de Santa Fe continúa operando con esfuerzos para optimizar su producción y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Representantes de GM indicaron que trabajan en estrategias a largo plazo para fortalecer su posición en la región y reducir el impacto de estas medidas en la comunidad local.
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Caída de ventas y despidos en General Motors
Esta decisión ha generado preocupación entre los trabajadores y la comunidad de Santa Fe, ya que la planta de GM es un pilar importante para la economía local. Los sindicatos han convocado reuniones de emergencia para analizar el impacto de los retiros voluntarios y evaluar posibles acciones en defensa de los empleados.
La industria automotriz, que ha enfrentado retos significativos en los últimos años, sigue siendo un sector clave para la economía argentina, y este caso refleja la complejidad de los ajustes necesarios para mantenerse competitivo en un entorno global incierto.
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