14/11/2024
Bajo el pretexto de que es un "foco de corrupción" Enohsa era clave en la prevención de enfermedades y la mejora de condiciones sanitarias para miles de argentinos, especialmente en las comunidades más desfavorecidas.
Como parte de su política de ajuste al gasto público, el gobierno ha decidido cerrar el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), una medida que deja a 225 trabajadores despedidos y compromete el acceso a agua potable y redes cloacales en todo el país. La noticia ha generado una ola de críticas, ya que Enohsa era clave en la prevención de enfermedades y la mejora de condiciones sanitarias para miles de argentinos, especialmente en las comunidades más desfavorecidas.
Con este cierre, se ven suspendidos numerosos proyectos de infraestructura hídrica y saneamiento que buscaban garantizar condiciones de vida seguras en zonas rurales y urbanas. Además, los 225 trabajadores despedidos han manifestado su preocupación y rechazo, ya que muchos de ellos llevaban años dedicados a desarrollar e implementar obras esenciales para el país.
Organizaciones sociales, sindicatos y políticos han denunciado que esta decisión afecta principalmente a los sectores más vulnerables, quienes verán reducidas sus posibilidades de acceso a servicios básicos. Señalan que, bajo el argumento de reducir el gasto público, el gobierno está desmantelando programas esenciales para la salud y el bienestar de la población, exponiendo a las comunidades a un mayor riesgo sanitario.
La polémica sigue creciendo, mientras los sectores afectados exigen respuestas sobre el futuro de los proyectos que ahora están en suspenso y sobre el destino de los trabajadores.
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