13/01/2025
Este episodio pone en evidencia el crecimiento del trabajo informal en la región, particularmente en la temporada alta, cuando los vendedores ambulantes proliferan para aprovechar la afluencia de turistas. La falta de regulación y control por parte de las autoridades no solo expone a los trabajadores a condiciones laborales precarias, sino que también genera conflictos por la competencia desmedida en un mercado saturado.
En un episodio que sorprendió a turistas y residentes, la playa de Villa Gesell fue escenario de una batalla campal entre vendedores ambulantes de chipá y churros, quienes se enfrentaron violentamente con canastazos y empujones por el control de un sector de la playa para la venta de sus productos.
El incidente ocurrió en horas de la tarde, cuando la playa estaba colmada de familias disfrutando del verano. Según testigos, la disputa comenzó con una discusión acalorada entre dos vendedores que se recriminaban la invasión de "zonas de venta". La tensión escaló rápidamente cuando otros vendedores intervinieron en defensa de sus compañeros, lo que derivó en una confrontación física.
"Estábamos tranquilos, tomando mate, cuando de repente empezaron a gritar y a pegarse con las canastas. Fue un caos, algunos chicos se asustaron mucho", relató una turista. Otro testigo señaló que "la falta de control y la competencia desleal entre vendedores genera este tipo de situaciones".
El altercado requirió la intervención de personal de seguridad privada y, posteriormente, de la policía local para dispersar a los involucrados y evitar que la situación se agravara. Aunque no hubo heridos graves, varias personas presentaron golpes y contusiones.
Este episodio pone en evidencia el crecimiento del trabajo informal en la región, particularmente en la temporada alta, cuando los vendedores ambulantes proliferan para aprovechar la afluencia de turistas. La falta de regulación y control por parte de las autoridades no solo expone a los trabajadores a condiciones laborales precarias, sino que también genera conflictos por la competencia desmedida en un mercado saturado.
Desde el municipio no han emitido un comunicado oficial, aunque algunos comerciantes establecidos de la zona han solicitado medidas urgentes para regularizar la situación y garantizar la seguridad en las playas. Mientras tanto, los turistas, aunque sorprendidos, parecen tomar el episodio con una mezcla de preocupación y resignación.
"Es una pena que pasen estas cosas en un lugar tan lindo como Gesell. Ojalá encuentren una solución antes de que se repita", comentó una visitante habitual de la ciudad.
La violencia entre los vendedores refleja una problemática más profunda que, de no ser abordada, podría empañar la temporada turística en uno de los destinos más emblemáticos de la Costa Atlántica.
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